En España, el mercado eléctrico se compone de dos sectores principales: el sector de generación y el sector de comercialización.
En el sector de generación, existen diferentes tipos de empresas que producen la energía eléctrica. Estas pueden ser empresas propietarias de centrales térmicas, hidroeléctricas, nucleares, de energía eólica, solar, entre otras. La producción de energía se realiza de acuerdo a un plan que establece el operador del sistema eléctrico, REE (Red Eléctrica de España), y se realiza una subasta diaria para fijar los precios de la energía.
Por otro lado, en el sector de comercialización, las empresas compran la energía generada en el mercado mayorista y la venden a los consumidores finales. Estas empresas se dividen en dos grupos: las comercializadoras de mercado libre y las comercializadoras de mercado regulado.
Las comercializadoras de mercado libre ofrecen tarifas a los consumidores finales, siendo estas tarifas fijadas por la propia empresa, que puede ofrecer diferentes precios y planes para los consumidores. Los clientes pueden elegir libremente la empresa con la que desean contratar el suministro eléctrico.
En el caso de las comercializadoras de mercado regulado, el precio de la energía eléctrica está fijado por el Gobierno y las empresas sólo pueden ofrecer tarifas establecidas por ley. Estas comercializadoras se encargan de suministrar energía eléctrica a los consumidores con tarifas reguladas, como la Tarifa de Último Recurso (TUR).
En resumen, el mercado eléctrico español funciona mediante la generación de energía eléctrica por parte de diferentes tipos de empresas y su posterior comercialización a través de empresas de mercado libre o de mercado regulado. Las tarifas eléctricas pueden variar según la empresa y el plan que se elija, y son fijadas por el mercado en el caso del mercado libre y por el Gobierno en el caso del mercado regulado.
¿Quieres recibir nuestras noticias?